Por: Mábel Sánchez Henao – directora ejecutiva de la Federación Antioqueña de ONG (FAONG)

En medio de las múltiples crisis que atravesamos como sociedad —sociales, ambientales, económicas y culturales—, hay una fuerza silenciosa pero poderosa que orienta el trabajo de las organizaciones sociales: la pasión de saber.

No se trata de acumular datos, sino de una inquietud profunda que interroga la realidad, que busca comprender las condiciones de vida, las relaciones con el entorno y entre las personas con el fin de actuar desde un compromiso ético con la transformación.

El conocimiento y pensamiento crítico es una herramienta de cambio real. Es un saber que nace del territorio, se nutre de la experiencia colectiva y se pone al servicio del bien común.

Schopenhauer hablaba de una «voluntad» que impulsa todo lo humano. Esa fuerza vital —a veces ciega y dolorosa— encuentra en el conocimiento una forma de liberación.

Para las organizaciones sociales, saber es una forma de actuar con sentido. Investigar, escuchar, analizar e interpretar las señales del territorio permite intervenir con pertinencia, ética y eficacia. Así, el conocimiento se convierte en motor de transformación social.

Schopenhauer también afirmaba que la compasión es el fundamento de toda moral verdadera. Sentir el dolor del otro como propio nos permite actuar con humanidad. En ese sentido, la pasión de saber y la compasión no se excluyen: se complementan

• Conocer sin sentir puede volvernos indiferentes.
• Sentir sin comprender puede llevarnos a actuar sin rumbo.

Las organizaciones sociales encuentran su fuerza en ese equilibrio: saben porque sienten con profundidad y reconocen su sentir porque comprenden. En una época marcada por el ruido, la inmediatez y la polarización, reivindicar el valor del conocimiento sensible y colectivo es una premisa.

Implica:

• Apostar por la escucha y el diálogo.
• Valorar el saber como medio para construir justicia.
• Creer que el cambio social necesita pensamiento, emoción y acción articuladas.

En esta edición del boletín en Voz Alta La Federación Antioqueña de ONG, celebra y anima la pasión por el conocimiento y enaltece a quienes hacen del saber una herramienta de servicio y transformación. Porque solo así —sabiendo y sintiendo— podemos seguir tejiendo esperanza y equidad social.